Lanzamiento de martillo



El lanzamiento de martillo es una prueba de atletismo donde se lanza un objeto denominado martillo.
El lanzamiento se realiza desde un círculo de 2´14 m de diámetro, de cemento o una superficie similar, instalado dentro de una jaula de seguridad, protegida con redes. Se realizan tres lanzamientos, más otros tres para los ocho atletas con mejor marca válida, o para todos si son ocho o menos, resultando vencedor quien lo envíe a mayor distancia.
Consiste en una bola de metal unida a una empuñadura mediante un cable de acero.

Técnica o pasos:

Posición inicial:

El lanzador se encuentra de espalda al eje de lanzamiento con piernas separadas al ancho de los hombros y ligeramente flexionadas.
Los brazos y el alambre extendidos, el asa del martillo se encuentra en su mano izquierda y la mano derecha sobre ésta, para lanzadores derechos.
El martillo colocado al frente o atrás por el lado izquierdo o derecho según la comodidad del atleta.
Agarre:
Se agarra el asa con la segunda falange de los dedos de la mano izquierda excluyendo el pulgar y la mano derecha abraza la izquierda.

Voleos preliminares:

El lanzador busca darle velocidad al implemento a través de giros concéntricos realizados con el martillo. Estos giros tienen un punto bajo, que se encuentra más adelantado de la punta del pie derecho, y un punto alto, que se ubica arriba y detrás del lanzador, en oposición al punto bajo. Es importante que el lanzador conserve siempre su punto bajo, para evitar que el martillo se le adelante.
Los volteos que realizan los deportistas son por lo general específicos y pueden ser de dos en adelante. Se inician llevando el martillo al frente y a la izquierda con los brazos extendidos hasta la altura de los hombros. El peso del cuerpo debe estar apoyado sobre ambas piernas ligeramente flexionadas. Estos volteos se hacen con los brazos y los pies apoyados.
Desde esta posición se inicia el giro del tronco y cadera hacia la derecha, llevando los brazos sobre la cabeza y delante de la cara, apoyando el peso del cuerpo sobre la pierna derecha. Cuando los brazos se extienden, el tronco se encuentra vertical.

Los giros:

El giro se hace sobre la punta del pie izquierdo y el talón del derecho. Para el giro sobre el talón, la punta del pie izquierdo se eleva ligeramente y las piernas se encuentran levemente flexionadas. Se realizan de 3 a 4 giros desde el último voleo preliminar hasta el final.

1. Fase bipodal:
Esta fase comienza realizando una flexión mayor de las piernas. Los brazos se encuentran estirados en dirección al pie derecho. Se inicia un giro activo del pie derecho hasta que los brazos lleguen sobre la pierna izquierda, mientras el martillo se mueve hacia la izquierda y hacia arriba.
Se gira sobre el talón de la pierna izquierda acompañado por la acción del pie derecho. El pie izquierdo continúa girando sobre el talón. El martillo en esta fase tiene el mayor descenso.

2. Fase unipodal:
Comienza cuando el pie derecho abandona el piso, el pie izquierdo gira hacia los 180º y el martillo se dirige por su trayectoria hacia el punto más alto.
El pie derecho se levanta pasando muy cerca del tobillo de la pierna izquierda. Cuando el pie izquierdo haya llegado a los 180º y el martillo ha alcanzado su punto más alto, se gravita el peso del cuerpo sobre el borde externo del pie. El pie derecho se dirige activamente hacia el piso sobre los 270º, éste se apoya sobre el metatarso del pie. El pie izquierdo gira pasivamente, mientras el tronco se encuentra vertical con los brazos bien extendidos.
El martillo inicia su descenso hacia el punto más bajo. Aquí se comienza de nuevo la fase de doble apoyo, donde se ha de actuar activamente con tronco, brazos y piernas para acelerar el martillo al comenzar el siguiente giro.

Fase Final:

Se inicia cuando se termina la fase unipodal del tercer o cuarto giro. Se arrastra el martillo con piernas, cadera y tronco hasta que el martillo haya llegado al punto más bajo en medio del apoyo de los pies.
Luego se hace una extensión de las piernas con un movimiento activo de espalda hacia atrás y hacia arriba. Se llevan los brazos extendidos hasta la horizontal de forma paralela al piso.
El pie de la pierna izquierda gira en dirección del lanzamiento. En el momento de liberar el martillo, la cabeza se encuentra ligeramente hacia atrás de los hombros y los brazos extendidos a la altura del hombro.
Al terminar la acción, el tronco y la cabeza vuelven a la posición vertical, estando ésta más atrás de los hombros; mientras los brazos se llevan arriba de la cabeza.

Recuperación:

Al momento de lanzar, el deportista acumula mucha aceleración por lo que después de haber lanzado experimenta un desequilibrio que lo impulsa hacia adelante.
Para contrarrestar esto el deportista debe hacer cambio de pie y descender el centro de gravedad. Así logrará permanecer dentro del círculo.


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